PAREDES QUE HABLAN

Esas paredes están impregnadas de magia, me contaron una historia de amor. Yo fui su protagonista.

Viví la epifanía de los recuerdos dulces, de los gestos inocentes, de las palabras vacilantes, de las miradas indecisas, de las conversaciones infantiles. Viví la epifanía del anhelo de tus labios, del recuerdo futuro de una historia que debía ser contada, viví la incongruencia que envuelve mi alma de niña con mi espíritu de Valquiria.

Ayer había algo en esas paredes, era calidez, era dulzura, era algo más que recuerdos. Guardaban mi esencia, mis suspiros. Deje de construirme este muro interno, y me deje seducir bajo el sopor de la ingenuidad de un amor perfecto.

Por eso, no me extraña que esas paredes, se estén derrumbando, yo culpaba la humedad la casa, pero era la tristeza que venía yo cargando.